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DIÁLOGO CONSENTIDO...

Hablemos acerca del liderazgo...
 

—¡Qué palabreja esta de liderazgo en las organizaciones, eh!

—Interesante para reflexionar por sus múltiples derivaciones…

—Hablemos un poco desde el aspecto del coaching…

—¡Bien!

—¿Cómo lo enfoca? ¿No hay mucha información de la abundante literatura de la administración? ¿Es otra vuelta de tuerca?

—Pareces tú el coach con tan buenas preguntas, comencemos por decir que el líder se desenvuelve en el marco de sistemas organizacionales que pueden ser influidos a través de la acción…

—¿Si?

—Sin dudas, pero para actuar de manera sinérgica y sobre todo, ecológica, es esencial hacerlo con responsabilidad…

—Ajá…

—Y con responsabilidad nos referimos a que actúe bajo principios y valores, como fuente de inspiración por sus propios hechos contrastables…

—Hasta ahí algo que ya sabemos, aunque cada vez más el modelo de gestión de los líderes se aleje un tanto de estas prácticas sugeridas…

—¡Claro! Con los consiguientes efectos visibles en el mundo…, ¡inspirador!

—Bien, perdona que te haya interrumpido…

—No pasa nada, te decía, que en respuesta a tu primera pregunta, para el coaching un líder es alguien que desde una visión (en general, de la organización que le alberga) logra que resuene con (el alma de) las personas implicadas…

—Suena a eslogan…

—Espera, déjame terminar, me refiero a que ese líder les muestre una nueva perspectiva, que los inspire a abrir su campo de visión, que sean capaces de equilibrar los aspectos vitales mientras continúan con su labor, que es una parte, importante, pero no la única…

—¡Y al poco tiempo te despiden por lírico!

—Pues no, porque esto no está reñido de ninguna forma con los buenos resultados esperados, al contrario…

—¿Y cómo es eso?

—Porque ese liderazgo señala, como hablábamos en nuestro anterior diálogo, una dirección y muestra cómo, cada acción, es parte de un todo…

—Es decir, va más allá del trabajo…

—Va más allá de lo rutinario, en el trabajo y en la vida, para que sean personas más completas…

—¿Y cómo se hace eso?

—¡Esa es la pregunta del millón!

—Sí…

—Tienes que hacer que el equipo se posicione con orgullo, que sepa mirar lo bueno de sí mismo para compartirlo con los demás (en este caso, su contribución única a los resultados del equipo), apela a su interior para la búsqueda de recursos, considera que el trabajo es un servicio (no importa cuál sea o lo más o menos ‘importante’ que crea que es)…

—Interesante, pero me sigue pareciendo una quimera…

—Aquí te respondo a la siguiente pregunta, justamente la abundante literatura de administración no hacía hincapié en esto, todo era eminentemente técnico, pero ‘sin alma’, como si las personas no la tuvieran…

—Eso lo veo cada día, pero continúa, por favor…

—Gracias, y en respuesta a tu tercera pregunta, no diría que es ‘otra vuelta de tuerca a lo mismo’, sino una visión con más sentido de trascendencia…

—¿Y cómo es un líder así?

—Además de lo que ya se da por supuesto, como su profesionalidad, dominio técnico y diversas competencias que lo hacen adecuado para el puesto…

—Sí, claro…

—Pues íntegro, sensible, honesto, coherente, empático, creíble…

—¿Existen en la realidad?

—Surgen por necesidad, ante la incesante insatisfacción que se ve hoy en los ámbitos laborales…

—¿Y cómo se hacen?

—Si recuerdas que hablábamos que, desde el coaching, se crean conversaciones que abren mundos y permiten nuevos descubrimientos para ir más allá…

—Sí, lo recuerdo…

—Pues comienza con desentrañar esa maraña lingüística que son las organizaciones, unas tramas conversacionales donde, el líder, debería reforzar a través de un uso casi exquisito del lenguaje para influir con acierto…

—¡Pues quiero saber cómo!

—Perfecto, en el siguiente diálogo…

 

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