CANSADO DEL PASADO Y TEMEROSO DEL FUTURO...
- marianotamagnini
- 25 ene 2015
- 2 Min. de lectura
No es difícil descubrir lo que te ocurre, lo dice (todo) tu mirada.
Pero verás, no te preocupes, ni menos angusties, esto pasará, como ha pasado aquéllo y lo otro. Son simples eslabones de una extensa cadena que se llama experiencia y que codificamos, como lo hacemos con lo que nos pasa, en un incómoda etiqueta llamada 'pasado que prefiero olvidar'.
Y tampoco le des tanto crédito a tu futuro, lo estás construyendo ahora mismo, con cada paso que das, con cada decisión que asumes, con la ilusión que te acompaña cuando la razón no llega ni da más de sí.
Son tiempos duros. ¿Son tiempos duros? Siempre lo fueron. Pero jamás te importó, tan ensimismado/a estabas en tus propios planes, esos que no dependen de un índice económico, ni mucho menos de la voluntad de alguien ajeno, porque seamos sinceros... ¿alguna vez te importó algo más que tu entusiasmo cuando de sueños se trataba?
Recupera ese espíritu, lucha por recobrar esa luz en los ojos que te hace único/a, especial, maravilloso/a. Y no permitas que pueda impedirte expresar tu potencial,ese poder que late en ti, incansable, porque ya sabes, intuyes, que el amor y el deseo son las alas del espíritu de esas grandes hazañas que te conducen a cumplir tus sueños, esos que, siempre, te llevan adónde a tu corazón le gusta estar.
Reflexión asociada:
"No miremos atrás con tristeza ni hacia adelante con miedo, sino alrededor con conciencia".
James Thurber
Hay una frase, fantástica, de Emerson, que ahora parafraseo, y queda algo así como 'grabad esto en vuestro corazón: cada día, a cada instante, comienza en nosotros un año nuevo, una nueva vida, una infinita posibilidad de explotar nuestro potencial'.
No hace falta decir más. No importa que hayas tenido días de mierda (con perdón), situaciones dolorosas o pérdidas de toda naturaleza. Te sigues teniendo a ti, a tus talentos, a tu dignidad y a tus ansias de vivir y de amar. ¿Qué hoy no te apetece nada de nada? Reposa, amigo/a mío/a, reposa. Mañana, como ha sido siempre, volverá a brillar la luz que ilumina tu majestuoso andar por este mundo y, seguro, reemprenderás la marcha. Ahora solo descansa.
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