DAR TODO LO QUE TIENES...
- marianotamagnini
- 1 nov 2015
- 3 Min. de lectura

Cuenta la historia que una pequeña niña se aproximó a la joyería y pidió ver un hermoso collar azul que había visto en el escaparate. ‘Es para mi hermana’, dijo. El dueño del local preguntó: ¿Cuánto dinero tienes, pequeña? La niña extrajo de su bolsillo un pañuelo con unas pocas monedas y dijo con tristeza: ‘Sabe, desde que nuestra madre murió, mi hermana me ha cuidado con mucho cariño y la pobre nunca tiene tiempo para ella. Hoy es su cumpleaños y estoy segura que ella estará feliz con este collar, porque es justo del color de sus ojos’. El señor de la tienda le sonrió a la niña y se fue a la trastienda y envolvió el regalo en un bellísimo papel plateado y le añadió una cinta azul. Volvió con el paquete y se lo entregó a la pequeña diciéndole: ‘Toma, llévalo con cuidado’. Ella se fue feliz saltando calle abajo. Pero no había terminado el día cuando una encantadora joven de cabellos rubios y maravillosos ojos azules entró a la joyería. Colocó sobre el mostrador el paquete desenvuelto y preguntó: ‘¿Este collar fue comprado aquí?’. El dueño respondió con una respetuosa sonrisa: ‘Así es, este collar es una de las piezas especiales de nuestra colección exclusiva y en efecto, fue comprado aquí esta mañana'. La hermosa muchacha volvió a hablar: ‘Pero mi hermana sólo tenía algunas monedas que ha juntado haciendo muñecas de trapo con ropa vieja, y ella simplemente no tendría dinero suficiente para pagarlo’. El hombre tomó el estuche, rehízo el envoltorio casi ceremoniosamente, y con mucho cariño colocó de nuevo la cinta, diciendo mientras se lo devolvía a la joven: ‘Su pequeña hermana pagó el precio más alto que cualquier persona puede pagar: ella dio todo lo que tenía…’
(Adaptación del cuento El collar de perlas, del libro «El silencio del hombre», de Pedro Alonso)
Esta bonita historia permite emerger una pregunta poderosa, incisiva, profunda:
¿Cuándo fue la última vez que diste todo lo que tenías?
En tiempos de escasez de generosidad, dar todo lo que tienes se trata de...
Dar tu tiempo.... a esa persona que le iría bien compartir más contigo, o que le dediques unos cuantos minutos para ayudarla, aconsejarla, acompañarla…
Dar tu apoyo.... a esa persona que pasa por un momento difícil, o que está aguardando de tu consejo, experiencia, sabiduría…
Dar tu aceptación... a esa persona con la que no compartes su punto de vista, o afirmarla pues solo aguarda unos gajos de ánimo para volar más alto…
Dar tu atención... a esa persona que requiere de ti una mayor presencia, o simplemente espera que a veces la escuches con todos tus sentidos…
Dar tu perdón... a esa persona de la que te separa el dolor, la rabia o el rencor, o simplemente para aligerar tu carga y emprender nuevos retos con la energía intacta…
Dar tu paciencia... a esa persona que parece que no sigue las reglas, o que se muestra de forma diferente a tus expectativas porque sus tiempos de aprendizaje difieren de los tuyos…
Dar tu amor... a esa persona que ya no cree en él porque ha perdido su ilusión, o sencillamente para hacerla sentir cuán especial es para ti…
Dar tus ideas... a esa persona que no sabe cómo alcanzar sus sueños, o para regalarle una nueva mirada que le permita abrir espacios de posibilidades invisible a sus ojos…
Dar tu sonrisa... a esa persona que la oculta bajo un manto de obligaciones cotidianas, o que ha olvidado la imponente fuerza de sonreírle a la vida…
Dar tu abrazo... a esa persona que necesita sentirse arropada ahora, o que la bendigas con tu calidez y la cercanía de tu corazón…
Dar tu gratitud… a esa persona que la recibirá como un tesoro, o que sentirá tu reconocimiento con genuina alegría…
Dar tu paz… a esa persona que pide a gritos ser reconfortada, o que no halla serenidad ante los avatares de la vida…
Dar tu confianza… a esa persona que no avanza por sus propias limitaciones autoimpuestas, o que espera una señal para cruzar el umbral hacia un nuevo nivel…
Dar tu ánimo… a esa persona cuyos miedos no le dejan avanzar, o requiere de un simple plus de moral para recobrar la osadía de persistir…
Piensa en aquello que compartes a cada paso del camino, qué regalas de tu esencia, y luego vuelve a formularte la pregunta (para responderla, claro ;-)...
¿Cuándo será la próxima vez que des todo lo que tienes?
«La generosidad no es más que la piedad de los espíritus nobles». (Nicolas Chamfort)
P.D.: Mi agradecimiento a mis profesores de Coaching Ontológico, compañeros e inspiradores eternos del nuevo camino que emprendí hace años...
Comments